Cuando, al fin y al cabo, y sin el hilo de Ariadna, salió el hombre de su laberinto, fue a buscar consuelo en las aguas del Leteo.
Imposible su vida, de la cual quiere disponer, ve allí sólo fantasmas que se confunden con su reflejo.
Era una trampa
o perseguía espejismos...
A veces, era algo que le llamaba
a veces jugaba.
Imposible su vida, de la cual quiere disponer, ve allí sólo fantasmas que se confunden con su reflejo.
Era una trampa
o perseguía espejismos...
A veces, era algo que le llamaba
a veces jugaba.
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