jueves, 17 de enero de 2008

Dios

el de la voz muda.

El de los oídos sordos.

El que no toca mujer alguna

y que lo ve todo...


Me está esperando a la vuelta de la esquina

bebiéndose solo

copa tras copa de ira


y Satán

el ángel caído...

el de la voz masculina, y femenina

el que sube la líbido, y la bilirrubina

se quedó en pantaletas

y no se vino conmigo.


y yo estoy aquí, escribiendo.

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