jueves, 24 de abril de 2008

El club de l@s bell@s durmientes (Manifiesto)

A la realidad queremos dedicar el tiempo estrictamente necesario... Que el sueño sea una tregua es un privilegio de unos pocos; pero queremos más. Tantas cosas que creemos posibles... nos exhimen de toda justificación. Tenemos sueños, queremos volar a muchos cielos. A ésos y a otros lugares debemos llegar presentables pero antes debemos despojarnos de la realidad por completo. Que ésta cese de reiterarnos sus peligros, horarios y demandas. Que el sueño para nosotros no sea una coartada del consciente para atribuir sus actos al Inconsciente. Rechazamos ser testigos cómplices para de esta manera arribar enteros. No nos llamen escapistas: hemos venido a múltiples mundos... Si Perséfone puede, nosotros también.

miércoles, 23 de abril de 2008

El lobo estepario - II

A Teresa Bunbury-Simmons-Rose-Cobain.

Ver El lobo estepario.

El ser humano parece ser el único animal que se vale del mimetismo en la interacción con otros de su misma especie. Entiéndase por mimetismo el uso selectivo de una envoltura o disfraz conveniente que puede cambiar según las circunstancias. Esto para no confundirlo con la manera en que heredamos las costumbres de nuestro grupo o tribu y que otorgan a cada individuo la ventaja de una forma de vivir que otros ya se encargaron de demostrar que es eficaz, o al menos posible... Es un principio de economía biológica en que los ensayos y tanteos son un desperdicio, o un peligro dependiendo de las circunstancias. Otorgan la ventaja del número cuando ciertas costumbres (gestos, muletillas, gustos, manera de vestir) se han asociado ya a ciertos tipos de actitudes.

El mimetismo surge del contraste inevitable entre formas de ser distintas, cada cual con sus exigencias propias y sus recompensas. El mimetismo es un truco, un imperativo de adaptación que bien puede valer para la caza y/o defensa y reproducción. Ciertas leyes no pierden vigencia en la selva de concreto.

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El lobo estepario puede exhibir alternativamente piel de lobo o cordero independientemente del estado anímico que encarne en el momento. A veces es realmente lobo y a veces es realmente cordero, a veces sin proponérselo. Un peligro para sí mismo cuando, a veces, siendo cordero con disfraz de cordero, se expone ante el "verdugo" depredador transmutado por la potencial "víctima" en bienhechor.



"Un libro sólo para lobos":

No siendo exclusivamente nada (y sin que realmente importe el nombre de pila), es éso: un "lobo estepario" en honor a su "descubridor": el primero en darle un nombre...

Consciente de todas las contradicciones que padece, y que otros perciben, experimenta la verdadera soledad cuando está entre aquellos con quienes cree que toda explicación sería contraproducente (o en vano, en el mejor de los casos). Su inocencia (que ha perdido) constituyen puntos de luz que se deben a toda costa conservar en un Universo asimétrico donde abunda la oscuridad. Con el tiempo se pierde incluso el anhelo de su retorno, espejismo transmutado en la esperanza de su posibilidad en otra vida. Por esto el lobo estepario es un error de la naturaleza: seres torpes que de manera tardía deciden aprender a caminar.

Es inevitable la "afectación" mientras dura el aprendizaje. Como síntoma social, esta "afectación" provoca desconfianza y esta reacción es perfectamente natural, pues delata un retraso respecto a la situación colectiva, o algo raro, estúpido o peligroso. Este egoísmo social tiene asimismo una causa biológica: se puede prescindir de cualquiera; y es tan natural, que suele pasar desapercibido para la mayoría.

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No es lícito lamentarse si en vida llegaran a experimentar la muy extraña alegría de reconocer o encontrarse con otros de su especie. Es entonces cuando más efectivas que las palabras son las onomatopeyas y el silencio y éste no es ya una falta.

lunes, 21 de abril de 2008

El lobo estepario

Ver Steppenwolf

Los perros no son los únicos animales a quienes se intenta domesticar... El hombre se sabe animal: por esto se crean todas las reglas que al principio no entendemos y que inculcan mediante condicionamiento (asociar una sensación de malestar o dolor con comportamientos "indeseables", incluso aquellos que otrora eran placenteros), pues no hay otra manera.

Luego, casi al mismo tiempo, se nos enseña también a "domesticar", responsables que somos de nuestra condición animal. La única garantía de éxito de semejante arreglo es el compromiso que deben adquirir la casi totalidad de los individuos para que cada uno, de acuerdo a sus capacidades, ejerzan la misma labor de poda que ejercieron otros con ellos. Cualquier diferencia sería de método, señores: se prefieren siempre los más eficaces. Los últimos avances permiten adelantar parte de esta labor en el feto, e incluso antes.

El conjunto de expectativas y normas que la sociedad imprime en las personas de manera continua constituye el "Superyó" freudiano, siendo el "Yo" la parte de nuestra psique supeditada a la anterior, y en perpetuo estado de negociación frente a las demandas del "Ello" o Inconsciente, no siempre favorecido por las pretensiones del "Superyó" de usurpar al "Yo" la toma de decisiones.

Y he aquí al lobo estepario. Un ser probablemente estúpido (aunque vale la pena preguntar qué le diferencia de los mongólicos). Freud dió en el blanco al asegurar que semejante lucha por un trecho considerable de tiempo es el origen de toda "neurosis". Pero se equivocó al delimitar de manera tan pobre las necesidades reales o imaginarias del "Ello" (más precisamente: nuestra parte animal).

He aquí el origen de la distinción arbitraria entre "el bien y el mal" y la idea (presente en muchas religiones) de que eso que llaman "superyó" es algo indeseable... He aquí también el origen de la taxonomía completa de seres no completamente humanos: ratas, vampiros, zorros, zorras, gallinas, gallos, gallas, perros, perras, patos, conejos, chinches, piojos, etc.1

En el caso particular del lobo estepario se observa la casi total imbecilidad para mantener satisfechas las demandas de su parte animal y su contraparte "humana" de manera simultánea, o de lograr una tregua. Suponiendo que llegara finalmente a lograrlo (obviamente sin haberse deshecho de cualquiera de sus partes que le humillaban o condenan), debe ahora lidiar con las demandas de otras "contrapartes" humanas (como sucede en oficinas, eventos recargados de solemnidad, etc.) Sería algo que, de lograrlo, constituiría su más grande hazaña de malabarismo.

Notas:
1. Y chiripas, en el gobierno de Caldera.

viernes, 18 de abril de 2008

Kokain

Si no puedes cambiar el mundo empieza por cambiar tú mismo.

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In mir ist auch das Böse gut.
- Rammstein

De la necesidad de la existencia del sueño

Poco importa si para algunos la vida no sea una pesadilla: se percibe la necesidad de amortiguar una realidad inflexible.

lunes, 7 de abril de 2008

Somos

Ex-espermatozoides intrusos en el útero 9 meses.

Cuando afuera hace frío solemos juntar las manos y rezar para llegar al Cielo.

Efimereidad

Existe belleza de cuerpo y de alma; y existen los sentidos para admirar ambas.

Quienes desestiman la primera, definitivamente carecen de todo sentido estético.

Para muchas personas, ambas son una sola y misma cosa; algo que al menos pueden afirmar haberlo visto en otras personas. La diferencia entre ambas nace en la ausencia de alguna (y del hecho que una pareciera durar más y la otra muy poco).

No existe ninguna razón para juzgar que alguna tenga más mérito que la otra.

¿Tanto nadar para morir en la orilla?

Érase una vez el fin del Universo (del nuestro). Todos nos veíamos a la cara; Dios no estaba en ninguna parte... pero el Universo (o algo que parecía ser más que la suma de todos nosotros) nos recordaba en varios idiomas -y de varias maneras- lo siguiente:

Felicitaciones. Habéis llegado aquí por vuestros propios medios.