Humanistas

A menudo se reprocha (con razón) en los filósofos y artistas cierta complacencia en los vaivenes de la condición humana siendo como son, un poco esnobistas y -en los casos extremos- misántropos, en interminable oscilación entre el amor y el odio a sí mismos.

Pero este amor y odio a sí mismos pueden engañar fácilmente al observador cuando éstos han decidido estudiar en sí mismos la condición singular de ser humano; situación a la que cuesta acostumbrarse... Encuentran inútiles las limitaciones que otros se imponen a manera de normas, compañía y costumbres: restringen la libertad y suelen coartar el potencial.

En los casos en que el observador no se sabe también objeto de estudio y al mismo tiempo lo impide, los primeros deberían fungir temporalmente de espejos. Aunque imposible, sería ése el único gesto válido.

Tregua

Se supone que la vida sea un sueño (o una pesadilla, lo que en nuestro caso es la misma cosa). Para eso debemos estar absorbidos por ella. Todo lo que ponga en duda su caracter real es una invitación a la locura cuando no se es asceta o budista, para quienes el suicidio no es una opción (independientemente de si es honorable o no). Hay que estar "curado" de la vida para osar ponerla en duda.

Si no existe la muerte, ¿hay descanso?

Personalidad

La parte sólo se comprende por el todo, y éste es incomprensible.
- Firmin Lardet

Lo que por superstición denominamos "personalidad" es un conjunto "congruente" de reacciones, tendencias anímicas, etc. que, suponemos, deben constituir unidad en el ser humano... Suposición derivada de la experiencia del cuerpo como realidad única, diferenciada.

Tenemos el privilegio raro de ser la parte del Universo con alguna consciencia de su existencia. ¿Es un rol secundario otorgarle al Universo una perspectiva de sí mismo?

Al parecer limitada por la muerte, una mayor comprensión es posible en la vivencia sucesiva (evolutiva) de múltiples roles, aunque limitada también al descubrimiento de las relaciones de las partes entre sí y sus posibilidades.

F. Nietzsche, Póstumos 1881-1882:

Problema: ver las cosas como ellas son. Medio: poder mirarlas con cien ojos, con los ojos de muchas personas. Sería un falso camino acentuar lo impersonal y teñir de moralidad la visión desde la mirada al prójimo. Muchos prójimos, y desde muchos ojos y desde ojos puramente personales; así es como se deben mirar las cosas. Lo impersonal no es más que lo personal debilitado, anémico, aun cuando pueda ser útil aquí y allí, donde convenga alejar de la mirada las turbulencias (...)

¿Quieres ser un ojo dirigido a lo general? Entonces debes usarlo como uno que hubiera pasado por muchos individuos y de los cuales el último emplea todos los anteriores como funciones.

Dios no sabe expresar su amor o lo hace demasiado tarde

El amor a los hijos, a los amigos, a las mascotas, etc. (a todo lo que en un punto de nuestras vidas consideramos "nuestro") es una extensión del amor propio.

De ninguna manera puede ser la huella o versión micro del amor de un Dios creador... Por la suerte de los demás podemos llegar a sentir indiferencia, por un principio de economía del alma, quizás. El amor es así de "injusto": descarta el mayor número por naturaleza, de lo contrario se prostituye y diluye en intensidad (e imposible de conseguir ésta mediante el mayor número). Nos haría a todos iguales, canjeables, desechables... El amor que damos es el mismo que otro puede dar.

Sólo Dios es capaz de amarnos a todos por igual.

La naturaleza humana de la historia

La historia y muchos de los relatos sagrados de cada religión, juzgando por los personajes que en ella actúan e independientemente de si relatan hechos que sucedieron o la ausencia de intención moralista, es fábula.

Anti-Marx - IV

"Que tu mano izquierda sepa lo que hace tu mano derecha."

Nunca aprenden

Hay quienes pierden la vida intentando explicarla y hay quienes se conforman con razones y modos de ser que no sienten necesidad de cuestionar para dedicarse simplemente a vivir... superando una etapa que los primeros "terminan" tarde o no llegan nunca a terminar.

La verdad

Poco importa la "Verdad" o la Verdad Última. Nuestra historia nos hace evidente que preferimos la novedad a lo grabado en piedra, y en esta última no hay Vida. Luego, a partir de cierto punto sólo importa que la Verdad sea para nosotros la última y así justificar la innecesidad de seguir buscando. (Algo que no debería forzarse en otros seres vivos).

Así, el lugar del Universo que consideramos nuestro se convierte poco a poco en una bonita prisión (tolerable únicamente en la vecindad de otras prisiones como la nuestra), y luego en bonita tumba.