viernes, 18 de enero de 2008

Estupidez que debería ser innecesaria

A Gratzia.

Todas aquellas veces en que, con chaleco antibalas

y bajo el efecto de un estúpido instinto de conservación

(cuyo mecanismo jamás llegué a entender)

presentí necesario ocultarme...

Era agudamente consciente de mi incapacidad para evitar sus efectos secundarios:

cerrame a la gente y ser ingrato.


¿Prescindir de todo intento de enmascarar debilidad?

Conclusión inevitable cuando se llega a la casi total certeza de su imposibilidad.


¿Cómo hacer para dar a entender que

toda esa gimnasia es para evitar precisamente el dolor...

que a veces la torpeza es un mal menor?


Juez y testigo tardío

incrédulo

de mi estupidez.

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