martes, 29 de enero de 2008

Steppenwolf

El "lobo estepario" es el primer tratado serio de licantropía y un estudio único e incomparable de su realidad en los seres humanos.

Sucede que nosotros los humanos, seres bípedos y de piel frágil, estrenamos vestiduras que no nos pertenecen. Estamos hechos de polvo y somos un experimento de los dioses nombrados en el Popol-Vuh.

Nosotros encarnamos instintos acumulados de otras eras. Jung nos enseñó que las imágenes de animales y otros seres que se nos aparecen en sueños tienen una existencia psíquica independientemente de su existencia o no en este plano; y los hindúes antes que Darwin hablaron de un alma que evoluciona (y que en cada nueva vida escoge para sí una envoltura conveniente). Si acaso no hablaron de una evolución de estas envolturas como luego hizo Darwin fue porque lo juzgaron redundante.

Todo lo que implique alguna pérdida de cualquiera de los instintos que nos han permitido llegar hasta aquí amenaza con nuestra extinción (como seres humanos, sin importar cuántos seamos). Todo lo que en nosotros sigue siendo animal es una esperanza, libres de todo maniqueísmo entre cuerpo y espíritu. De lo contrario no tenemos a un Noé que nos salve íntegros de nosotros mismos.

lunes, 28 de enero de 2008

El hombre y su naturaleza anfibia - II

Continuación de "El hombre y su naturaleza anfibia"

El homo sapiens ha conseguido un nivel de relativa independencia respecto a la Naturaleza de forma progresiva. Así, fuera del perímetro de sus rigores, del puro instinto y relativamente a salvo de la intemperie, pudo especular su significado.

Nuestra facultad de raciocinio -una herramienta que ha ido perfeccionando- ha sido la que más significativamente ha contribuido a su actual posición de predominio, en ausencia de otros atributos de que se valen otros animales que les otorgue alguna ventaja; lo que justifica el mote de "sapiens": su cualidad más importante.

Una herramienta tan rara en la Naturaleza es comprensible que la creamos de otro orden, lo que dió origen a esa división arbitraria entre un plano de existencia físico y otro metafísico o espiritual; este último creado (o según otros, percibido) por la mente humana.

Nefelibata

Muchas cosas nos distraen

y desconocemos en qué medida puedan sernos próximas o ajenas

exóticas o familiares.


Regresamos a casa extrañados.

Nuestra vida transcurre entre nubes

dispersos.


No es una huida de nosotros mismos, ni -a estas alturas- el injustificable pudor frente a una soledad que conocemos bien.

Al contrario: muchas veces la escrutación sincera nos ha dejado estupefactos

y a veces con las manos vacías.


Nada nos llena, lo hemos agotado.

Mimetismo

El mimetismo que procuramos para evitar toda clase de movimientos que denoten debilidad a un posible agresor espanta también a aquellos que carecen de intenciones de hacernos daño... Esto nos hace más vulnerables.

sábado, 26 de enero de 2008

Realidad virtual

En este plano pareciera que se viene a experimentar limitación. Un mundo de tropezones didácticos para quien cree en Dios. ¿Se divierte acaso?

Con un poco de esa creatividad que, en sueños, nos permite recrear otros mundos y con otras leyes (o su aparente ausencia), podía Dios hacernos prescindir de toda la gama de narcóticos usados para contrarrestar la gravedad, el tiempo, la enfermedad, etc... Drogas, TV, religión: ninguna parece otorgar alguna genuina liberación; aumenta nuestra sed el ansia insatisfecha. De la realidad queremos postergar sus imposibles demandas. Seguimos en la búsqueda de un elíxir, la quintaesencia. También tenemos derecho a divertirnos.

viernes, 25 de enero de 2008

Suicidio, eutanasia

Muchas veces el suicidio es consecuencia de los mismos instintos que nos obligan a evitar el dolor. Es algo que se ha verificado en otros mamíferos; más que todo en ballenas y delfines... El caso de estos animales es sublime: delfines que repetidas veces impactan su cabeza contra los límites de los espacios donde permanecen en cautividad, y ballenas que eligen acompañar a otra que cae en desgracia, a la que de alguna manera escuchan. Paradójico mecanismo donde la muerte de un individuo equivale a una misma suerte colectiva; extraña rebelión contra Dios o la Naturaleza. Si la vida es un regalo o no, igual la devuelven. Si existe o no un infierno, poco importa. No creen en Dios todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra.

-o-

La diferencia que tenemos los humanos, según dicen algunos, es que los animales "desconocen" la muerte o lo que implica su acto, al parecer un final involuntario. En cambio nosotros sabemos lo que hacemos... suficiente para excusar nuestros rodeos a la hora de disponer de nuestras vidas y llamar al suicidio, eutanasia.

jueves, 24 de enero de 2008

Anti-Marx

También el socialismo es opio del pueblo.

Modestia

La modestia es virtud únicamente cuando es necesaria.

La "inmodestia" es involuntaria, natural, y por esto redundante y también innecesaria.

Orgullo

"El hombre no se vuelve egoísta, sino que se limita a buscar la plenitud de su peculiaridad."
- (Carl G. Jung, El Yo y el Inconsciente, 1936)

La represión social del individualismo (y sus formas superlativas: narcisismo y egolatría) parece inevitable en la medida en que la naturaleza acentúa, en nosotros y en los demás animales, la preponderancia de la especie sobre el individuo. Sin embargo, cuando esta represión sale de una persona, es insincera e hipócrita: intervienen factores como la envidia, la interpretación de una pseudo-moral, etc.

La manifestación de nuestra personalidad -el ejercicio del conjunto de tendencias anímicas de nuestro ser-, al parecer no sólo es permitida por la Vida (o al menos posible): es promovida por ésta mediante algo que algunos llaman instinto de diferenciación o individuación. Otros hablan de un Dios que nos otorgó un libre albedrío.

"Autoestima" es un bonito eufemismo de "orgullo" para describir la dosis permitida de las consecuencias de estos instintos, pero domesticados... Voluntad colectiva de mutuo opacamiento, manera efectiva en que mimetizan su mediocridad.

miércoles, 23 de enero de 2008

Teleología

Considerada por sí sola, toda ideología implica un empobrecimiento... Aparte la inevitable reducción y simplificación en el intento de hacer caber al Universo en nuestras cabezas; pretenderle un fin o sentido único equivale a forzar su marcha: algo que juzgamos imposible hacer solos, y que por esto y no tanto por evitar la soledad conviene involucrar a más gente.

Suponiendo posible una intuición verídica y definitiva del sentido último del Universo, ¿ésta no lo aniquila? Si acaso no físicamente, ¿no perdería su encanto? ¿No es más pleno un Universo que por carecer de un único sentido último permite casi todos?

lunes, 21 de enero de 2008

Ideología

La vigencia ideológica de ciertas obras "reaccionarias" (llamadas así mientras sean consideradas como tales) podría constituir un barómetro delator del progreso, atraso o estancamiento de una cultura. Esto es más evidente cuando se la compara con otras que las han asimilado: decidieron tomar de aquéllas lo que les pareció mejor.

Elegía en un laberinto

¿Tuvo Dios para conmigo el gesto que tuvo con Adán?

¿Dónde te habré de encontrar?

¿Has perdido la fe?

Encuentro póstumo

Había en el mar
una doncella que no sabía nadar.

Se dejó llevar
y el mar me la vino a entregar...

Despierta linda, ¡despierta!

Y no despertaba...

La cargo y nos llevo a la orilla,
pero un erizo envidioso me picó.

Erosión

Mucha arena ha caído.

Hagamos de ella un castillo

y un calabozo.


En él, enterremos demonios

que en tiempos de duda

susurraban espejismos

del ser alado.


En el castillo,

nuestras viejas pieles.


Vayamos desnudos al oásis,

a por un nuevo par de alas...

Vayamos guiados,

cuando el sol no queme.

Arte y crítica

Todo arte verdadero lleva implícita una invitación a un tipo muy distinto de "crítica". Del "espectador" no se espera la mera pasividad... Mucho menos que sea una "tercera persona" del artista. Éste busca incubar la semilla que dentro de sí devino en el arte que ahora ofrece: una especie de parto posterior a un estado de preñez. El verdadero arte no es algo que para "apreciarse" deba ser premasticado por quienes se dicen "críticos" que juzgarán luego si éste puede ser o no consumido.

El utópico

El utópico estaba tan inconscientemente seguro de lo imposible de su utopía que sólo se limitaba a soñar.

Impulsos

La mayor parte de nuestras motivaciones son inconscientes. Por esto, nuestros más íntimos anhelos y emociones son los más difíciles -algunos, quizá imposibles- de explicar. Suele suceder que una explicación no es tal: su propósito único es el de satisfacer la demanda de un yo consciente, racional.

El anarquista

El anarquista jugaba con fuego. Yo lo conocía... Padecía también del delirio mesiánico de querer asumir la responsabilidad de destruir absolutamente todo. Una especie de anti-mesías, pues. Pero la dialéctica cristiana hace esto incomprensible. Su propósito algunos dirán que no era "noble", pero bastaba con que fuera posible. Era Shiva, y a todos nos toca ejecutar sus movimientos espirituales de manera inevitable. Por esto nadie lo comprendía: sólo yo hacía el más honesto y sincero intento. Yo le gritaba, y el tipo se metía por caminos extraños, y yo creía que era eso lo que a todos nos iba a tocar. Había escuchado de ciertas cosmogonías que enseñan que cada partícula de alma experimenta todo lo que fueron las demás.

Y así fue.

La buena nueva: no hay nada nuevo bajo el sol... El tiempo no existe. Todos los movimientos constituyen reproducciones. Presente, pasado y futuro existen al mismo "tiempo" (piénsese en un DVD de proporciones cósmicas). Todos los discos han sido grabados, todo está escrito. Los dioses se entretienen... Habría que entender sus razones.

Esa vez, comprendí realmente al anarquista... y digo esto sinceramente: comprendí su risa.

domingo, 20 de enero de 2008

Daño colateral

Hace unos pocos años, cuando todavía creía que existía Dios (quien convenía que existiera para sentir al menos que dirigía a alguien mis reclamos -no siempre respetuosos-, y como dándole tiempo a que me enviara señales para hacerme cambiar de parecer), la persistencia de cierto saboteo y las circunstancias en las que se dió no podía atribuirse al azar. Ya ni me molestaba en lanzarle bolas de barro, sólo darles forma y ya... En ocasiones le pedía algo de suerte, no mucha cosa. Soy un ser humano apenas: aquella vez me pareció que había puesto a alguien a quien quiero para defenderse. Se había dado eso que algunos llaman un "malentendido"...

Se repite la historia -muchas veces con otros personajes y en otras circunstancias-, y se vuelve a contemplar la posibilidad de un artífice oculto que se encarga de empañarlo todo. Imposible anticipar sus implacables designios, ni siquiera postergarlos, y su espantosa e irracional precisión. Uno quisiera que al menos fuéramos culpables de la desventura en parte; que de alguna forma ésta dependa de nos. Si algo quisiera pedirle ahora, es esto: ¡Deja la ladilla! ¡Cojo culo!, ¿me oíste? ¡Pincho cauchos sin miedo! ¡Pa' la próxima no respondo! ¡Es contigo!

El hombre y su naturaleza anfibia

La perfección en los seres humanos no existe, o al menos pareciera que nunca deba existir en tiempo presente. Pero muchos suponen que existió alguna vez... De entre ellos, algunos, pesimistas, dudan que tal hazaña sea posible de nuevo. Otros, idealistas, piensan que es posible e inventan el método para realizarla. Unos otros, iconoclastas, creen que para ésta existir no debe, ni debió, ni podrá existir nunca realmente; esto es: únicamente en ese mundo donde se cumplen las mayor parte de nuestras exigencias.

Todos parecieran coincidir en que ésta no existe ahora... Saben de un hombre llamado Diógenes, cuyo proceder quizás reprueben, quizás admiren, pues no tuvo éxito. ¿Nos habría ahorrado el esfuerzo? ¿Habría demostrado la futilidad de semejante ensayo? Pues pareciera que es algo que no osan repetir por innecesario o quijotesco. ¿Quién sabe?

-o-

Breve reseña histórica de cierta criatura curiosa llamada "hombre":

En cierto punto de una línea imaginaria que algunos llaman "historia", un ser bípedo y de piel frágil intuyó que la existencia del mundo y la suya propia (y la de sus ancestros) debían tener una causa. Sintió la necesidad de contactar al dueño o responsable para, en el mejor de los ánimos, presentar nuestras quejas.

Sus quejas pudieran parecer a algunos como legítimas. El ave tenía la ventaja real de esquivar, con algo de suerte, ciertos imprevistos. Aquel hombre seguramente debía envidiar sus alas y su suerte. (Más tarde se creería más valioso que un puñado de estos seres). Veía por doquier muchos otros animales que sin ser insensibles al dolor parecían tolerar mejor o ser completamente indiferentes a la intemperie. Se sabía en desventaja frente a los fenómenos más violentos de la Naturaleza; a veces parecían expresar la ira de un ser a quien no podían ver pues vivía en alguna parte no visible del cielo.

Resolvieron que sería prudente temer a quien sea que fuera el causante, quien a veces parecía ofenderse por cosas que sólo ellos hiciesen y de quien, sin embargo, sospechaban que podía ser, cuando quería, considerado y benévolo. Con genuino interés, pues, se dedicaron a la peligrosa tarea de intuir todo aquello que parecía ofenderle e ingeniar las maneras de satisfacerle. (Los más audaces robaban poderes y atributos a estos dioses y por esto los convertíamos en semidioses; dícese que en aquellos tiempos sabíamos agradecer).

Y así, por ensayo y error, vieron coronados sus esfuerzos. Todas las veces que intentaron grabar esto en piedra suponían que su vigencia sería inmutable y eterna. Todo intento de objeción y revisión de nuestra herencia cultural ha sido considerado siempre un acto de violencia hacia nuestros antepasados, y por extensión: en blasfemia a los dioses. Casi siempre suponemos justas esas leyes, ¿por qué habrían de cambiarse si valieron para nuestros abuelos? Por esto, nuestra evolución ideológica ha dependido siempre de esa balanza entre el miedo a los dioses e imperativos de adaptación que nos empujan a nueva comprensión del mundo. Sin embargo, fue imposible que toda nueva comprensión no se impusiera con el mismo grado de tiranía...

Nuestra facultad de raciocinio -de ninguna manera un producto acabado- nació quizás por la necesidad de compensar un estado de incertidumbre. Recién salida del horno y siendo una facultad al parecer inédita y reciente, las maneras que tenía para desarrollarse necesariamente habrían de ser consideradas luego como irracionales.... La tiranía de la razón es derivada del instinto de conservación, evidenciada en su guerra al Inconsciente. De no abrirse paso de esa manera, es poco probable que existiera hoy un homo sapiens.

Un considerable lapso de tiempo debió mediar desde aquel primer atisbo de consciencia que llamamos Espíritu y la percepción de un espacio o atmósfera interior que podía ser cultivada. La suposición respecto a su ausencia en otros animales nos otorgaba alguna exclusividad que nos hacía de alguna manera diferentes, más allá de la visible afinidad que tenemos con aquéllos en muchos otros aspectos... Invertida la causalidad, descubriríamos más tarde que proveníamos del mono (o emparentados con éste con un mismo ancestro), desechando la idea de un Ser que nos creó a su imagen y semejanza. A mitad de camino entre ambas teorías se considera al mono un prototipo anterior de Adán (Popol-Vuh).

El geocentrismo (egocentrismo a escala) en toda religión es la manera en que el hombre se justifica a sí mismo como el fin último de una evolución que no tenemos derecho a creer que ha finalizado. La modestia vino luego con el "pienso, luego existo"... Algo que nos parece "obvio" indica la manera en que la razón crea y justifica la necesidad de ratificar toda evidencia sensorial, algo que sólo ella puede hacer. De esta manera, el hombre lógica y biológicamente reafirma su identidad. Cualquier otra cosa es antinatura.

Sancta simplicitas (II)

Existen santos que se burlan de la santidad.

sábado, 19 de enero de 2008

La batalla

La batalla se dará, y no creas que librándola en ti mismo pierdes el tiempo. Todo lo que pasa, ¿te entrena? ¿Para algo?

Lo mejor es suponer que sí, que un día se dará la batalla.

Un final feliz

Érase una vez Dios mirando a sus hijos construir una prisión y...

Final incierto

Las estrellas no hablaban exactamente Morse, ¡pero no mentían!

-o-

Esa noche mágica, arcana, de movimientos extraños en la rueda cósmica, la luna nos "recordaba" de una manera muy extraña que en otros tiempos había sido testigo de matanzas, incendios, preparativos de batallas (de esas que retumban la tierra y levantan polvareda); convertida hoy en un detallito apenas, e inofensiva, no siempre visible por el obstáculo de edificios. Muchos, a su manera, se preguntaban cómo debieron haberla visto quienes ahora salen en los libros de Historia, si acaso la primera inquietud genuina respecto a sus vidas.

Por el espacio de varias noches se había ido incubando cierto malestar o inquietud que ahora comprendemos como la causa de las inexplicables pesadillas y extrañas coincidencias que muchos no se atrevieron a corroborar con alguien más, so pena de ser tildados de locos, lunáticos... (Además no valía la pena corroborar tales impresiones en los sitios donde los encierran). Lo cierto es que aquella noche no pasó desapercibida para nadie; quizás un poco para quienes disipaban el clima enrarecido en la bebida; no así para aquellos que la desestimaban como el producto de un contagio, versión moderna del mal de San Vito o histeria colectiva.

Esa misma noche, y bajo la misma influencia extraña aunque ajenos a su efecto en otros, Arturo y Elena habían pactado encontrarse en otra vida. Hasta el último momento en que se tomaron de manos, varias veces habían dudado de si abandonar este mundo. En aquel instante supremo, de alguna manera sabían que de ahí en adelante no convenía la duda... (Era esto algo que estuvieron a punto de hacer en sueños, en aquel mismo pedazo de roca que ahora pisaban por primera vez.) Próximos a dejar este mundo, no se despedían del planeta ingratos y así lo lo hicieron saber; unas pequeñas ofrendas para hacer a los dioses propicios y un último adiós. Imploraron que no importaba el sitio donde fueran a parar, les bastaba llegar allá juntos. Una última mirada cómplice y el recuerdo súbito de Adán y Eva comiendo ambos de aquel fruto. Batieron sus alas y emprendieron el vuelo: ahora parecían demostrar que aquella primera vez fue mutua la curiosidad.

viernes, 18 de enero de 2008

De lo que somos capaces

"Es la gravedad la que me ata a este mundo" -anotó en el poco espacio que permitía cierta página de un libro que estaba leyendo.

En otra parte del mundo, no muy lejos de donde estaba pues se hablaba el mismo idioma, alguien se lamentaba (para sus adentros, de manera que ni Dios pudo escuchar) más o menos así: "aún sabiéndonos en una cárcel y entre rejas no hacemos nada". No le aliviaba para nada el que no fuera el único así.

Nosotros

Nosotros, seres siempre delicados, endurecidos a nuestro pesar...

crueles a veces

y desmoralizados por esta crueldad:

Ignoramos cuánto nos roe la incertidumbre a la que deseamos espantar (a veces a la manera de un espantapájaros).

Contra esta incertidumbre luchamos (por esto a veces huimos) hasta dejar de luchar.

A veces nos tienta hacer como hace todo el mundo: disolvernos en la Nada de la pantomima universal y disfrutar sus muchas y pequeñas alegrías, trangresiones toleradas, ventajas, certidumbres...

Mientras, en otra parte del mundo, Joaquín perdía el tiempo justificando muecas (hasta el día en que decidió convertirse en un instantáneo etcétera).

Posible final de cuento

Cuando, al fin y al cabo, y sin el hilo de Ariadna, salió el hombre de su laberinto, fue a buscar consuelo en las aguas del Leteo.

Imposible su vida, de la cual quiere disponer, ve allí sólo fantasmas que se confunden con su reflejo.


Era una trampa

o perseguía espejismos...


A veces, era algo que le llamaba

a veces jugaba.

Sancta simplicitas

Para un "condenado" la gracia constituye distintos grados de inocencia.

Del polvo vienen y al polvo van

El parasitismo que existe en la literatura es académico.

Del polvo de libros se nutren sus semblantes serios, inexpresivos.

Como polillas, horadan siempre de forma lineal...

Y así, casi imperceptibles son las huellas que deja la vida en sus corazones.



Dedicado a Adriano González León, quien era todo lo contrario... Sileno que escogió ser hombre.

La buena nueva

Extraño, paradójico, humillante el darse cuenta de que no existe demanda alguna que nos conmine a ser perfectos o alcanzar una eventual iluminación... Que la vida tenga como fin último -y único- el perfeccionamiento de lo que, creemos, nos fue dado: paradójico y vergonzoso descubrir no era ése el fin y lamentar el que no fuera así y anhelar una segunda oportunidad.

Con un alma de la que alguna vez sentimos que debemos de hacernos cargo, y que al parecer no pesa, o pesa poco, imaginamos la existencia de una tierra prometida a la que sería posible llegar -casi de manera inevitable- mediante el constante mejoramiento y purificación. Así, todas aquellas veces en que experimentamos un cambio "para bien" lo creímos pleno de sentido, definitivo, irrevocable... válido al menos hasta el día de un Juicio. La suma de todos ellos no podía menos que anticipar el Nirvana para aquellos que, libres de ataduras terrenales, se hacen de un lugar en el Cielo.

Siendo toda creencia de este tipo un derivado del instinto de conservación (la esperanza de continuar la vida en otra parte, en mejores condiciones, para soportar mejor la existencia actual), y en ausencia de otras fuentes, nos queda aceptar la sabiduría muda con que la Naturaleza intenta hacernos desistir de confiar ciegamente en la posibilidad de una otra vida.

Incapaces de culpar a un Dios que tampoco es perfecto, el desengaño respecto a ese "fin" (que aceptamos como tal toda vez que consideramos su posibilidad como injusta e intolerable) bien pudiera ser el estado previo a la intuición de una libertad más amplia, posible únicamente habiendo disipado toda angustia por la perspectiva de tener que aprender otra vez a caminar.

Eli, Eli, lama sabactani

Y si acaso existe un ángel guardián, éste proviene del mono.

-o-

Atribuimos a Dios cualidades que no tiene. Su capacidad para perdonar existe únicamente en relación a la idea que pueda tener de los limitados medios de que disponemos sus "hijos", seres imperfectos, para lidiar con el Mal y la imposibilidad de salir invictos.

Tuvo la oportunidad -que desaprovechó- para entender mejor a la Humanidad mediante su Hijo, quien al parecer llegó a entrever algo de nuestra condición al punto de recordarle que somos dignos de perdón porque no sabemos lo que hacemos. Tenemos toda razón para sospechar que no escuchó cuando éste clamó "¿Padre, Padre, ¿por qué me has abandonado?"

Anarquista del espíritu

Todo verdadero anarquista lamenta la tiranía incluso de las leyes físicas.

(Errónea la analogía de los ángeles buenos siendo Luz pues ésta tampoco escapa a la gravedad de los agujeros negros)

Estupidez que debería ser innecesaria

A Gratzia.

Todas aquellas veces en que, con chaleco antibalas

y bajo el efecto de un estúpido instinto de conservación

(cuyo mecanismo jamás llegué a entender)

presentí necesario ocultarme...

Era agudamente consciente de mi incapacidad para evitar sus efectos secundarios:

cerrame a la gente y ser ingrato.


¿Prescindir de todo intento de enmascarar debilidad?

Conclusión inevitable cuando se llega a la casi total certeza de su imposibilidad.


¿Cómo hacer para dar a entender que

toda esa gimnasia es para evitar precisamente el dolor...

que a veces la torpeza es un mal menor?


Juez y testigo tardío

incrédulo

de mi estupidez.

Breve nota informativa

En otro mundo, antaño parecido a éste, tiempo ha que unos fulanos (nadie sabe cómo) se pusieron de acuerdo en cambiar el estado de cosas y solucionar de una vez por todas, y para siempre, todos los problemas...

Sintieron que era legítimo -¡y vaya que lo era!- el derecho que tenía todo individuo de disponer de las 6 u 8 horas que debía dedicar al sueño como le diera la regalada gana; siempre y cuando (y era ésta una concesión que, al menos al principio, parecía que era conveniente hacer), éstas no se dedicaran a otra cosa sino al sueño.

De manera simpática acordaron el uso de la funda de la almohada como bandera del movimiento. En la mayoría de los países, dirigentes de los numerosos bandos decían simpatizar con tan noble causa. Estaba científicamente demostrado los beneficios que las varias etapas del sueño tenían en el organismo humano y numerosos estudios de diversas fuentes coincidían en que éste podría afectar su desempeño.

La intención de esta nota es llamar la atención a la manera en que el mencionado grupo (si de verdad llegó a existir) y su ideología entraron en la consciencia colectiva. Si bien muchas de las hipótesis que se mencionan en reportes posteriores pudieran calificarse de sensacionalistas, por lo numerosas dan cuenta de la incertidumbre respecto a su origen.

¿Histeria colectiva? ¿Propaganda subliminal?
La escala global de tal acontecimiento parece contradecir toda teoría psicológica. ¿Cómo fue posible que en países donde se hablaban distintas lenguas, personas de distintos credos cobraran consciencia súbita de una libertad inédita en un ámbito donde, según decían, el sueño cumple un rol meramente regulador?

Como era inevitable que sucediese, el "movimiento" cobró un matiz subversivo.

Continuará.

Cordura colectiva

Imposible la aprehensión de una realidad que nos llega a la velocidad de la luz, del sonido, etc.

Todo lo que pasa, pasó ya... Habiendo desechado todo estímulo que no nos haga evidente su prioridad, nuestras reacciones constituyen nuestra realidad más inmediata y reciente... De la "realidad" experimentamos un incierto reflejo. Somos como espejos defectuosos: debemos contentarnos con una traducción. El pecado original derivó en la toma de consciencia de nuestro defecto de fábrica. Estamos autorizados a dudar únicamente de nuestra propia versión de la realidad. Imposible suspender el saboteo subjetivo.

Nos queda el consuelo del nido al sabernos todos daltónicos.

El complejo de Ícaro

Se sabe de gente que ha sobrevivido a la pérdida de ambas alas por algo que las almas tiernas insisten -todavía- en llamar "amor" (término válido en tiempos en que no existía la palabra "cursilería"). Al parecer, es indiferente de si esto les sucedió de manera gradual o repentina. Todos coinciden en afirmar que, al menos al principio, pocas veces o nunca presintieron una eventual caída... desestimando ésta por alguna superstición en que la mera consideración de su posibilidad pudiera precipitarla, so pena de un riesgo análogo al de mirar hacia atrás y convertirnos en piedra. Al fin y al cabo, creían, no importaba el material de que estuvieran hechas (o la manera como se adherían en la zona de la espalda a la altura de los omoplatos): les permitía aprender volando, y eso bastaba. Parecían disfrutar de la capacidad de los pájaros, que despiertan cuando quieren sin que nadie les avise, ajenos y aparentemente inmunes a la intemperie.

-o-

No existe un arte para la caída cuando sólo se ha aprendido a volar, a diferencia de los pájaros. Algo que aquellos que sobreviven a la Primera Caída (que otros con todo derecho llaman "pecado original") nunca llegaremos a dominar del todo. Todos tenemos algo de Ícaro y Sísifo, y con el tiempo desistimos de intentar borrar las heridas. De lo que se trata es volver a volar otra vez.

Ícaro

Dios fue muy injusto con Ícaro, una especie muy distinta de ángel caído.

Patas

Desde que el hombre es un animal en dos patas ha costado más oxigenar el cerebro (por el movimiento en sentido contrario al de la gravedad). Como si todo lo que sube no tuviera que bajar...

Joaquín

Érase una vez Joaquín quien un día despertó y vió que todo alrededor no era bueno. El mundo era gris y carente de sentido. Eso ya lo sabía, y estaba acostumbrado. Pero ese día era un vacío infinitamente más hondo, inexplicable, insoportable... A manera de sedimentos habíase depositado en su alma y calaba hasta los huesos. Habían sido numerosas las preguntas sin respuesta. -Eran básicamente las mismas-. Con las noches y con los días, éstas cesaron... lentamente...

El hombre no ha

El hombre no ha descansado lo suficiente.

Muchas son las pasiones, las cóleras, las respiraciones, las idas y venidas de arrebatos y estados de alma que de él se apoderan y que rápidamente busca descargar.

(Recuerdo de frágil barca en alta mar)

Fallan los ángeles, falla dios

y quiere el hombre dormir en paz

único, modesto, legítimo anhelo de eternidad

y ya no más.

Variaciones

La escala humana se compone de 7 colores, o esencias, o vibras, o como le queráis llamar... La transgresión de estos límites es locura, alucinación, impulsos de trascendencia hacia la divinidad, etc... Una escala no humana.

-o-

Posibilidad dolorosa:

Las palabras de aliento de nuestro "ser interior" podrían constituir la más peligrosa ilusión:

Necesidad vehemente de una verdad contraria. Activación de los mecanismos de compensación de la psique (derivados del instinto orgánico de conservación)... Estos instintos llegan al pico del iceberg que es nuestra razón y se traducen en el curioso fenómeno de una motivación anímica para la afirmación de la vida en nuestro interior.

- ¡Dale, tú puedes!
- No, ¡déjame!

Los libros de autoayuda no son más que manuales de cómo hacer más transparente y efectivo este autoengaño. Un ejercicio del alma para sentirnos papeados. Pero ojo: no hay nada de malo en esto... No se va contra la corriente de nuestro instinto animal si un día exigimos de nuestra alma el no ser nunca engañados... para evitar desencuentros luego.

Opium poppy

Sin la tregua de pocas horas del sueño la vida sería insoportable.

Digna de envidia la capacidad de hibernar...

El cuerpo demanda la atención de vigilia suficiente para tener satisfechas sus necesidades, pero éste a veces no escucha.

El forcejeo desgasta...

El alma, no el cuerpo, es débil.

Emil Ciorán

Sospechaba de Dios que jugaba con su alma al gato y el ratón... Siempre al borde de la locura, y penosamente consciente de esos abismos de vértigo que desnudan siempre el precario equilibrio de la cordura, a veces la tentaba, siempre en busca de alguna señal... atento a cualquier rastro de indignación en un Dios que suponía ausente. Si acaso existía, era legítima toda blasfemia.

A diferencia de Job, tenía la suficiente lucidez para no saberse, de entre todos los mortales, de alguna manera señalado (consuelo de todos los santos). Era ésta su filantropía... Su parentesco con los hijos malditos de Adán. Dios jamás perdona pues nunca olvida. Sólo hay una caída...

I've got my wings

Antes me parecía triste que la temporada en el infierno (en Caracas, Venezuela) fuera una total, irreparable pérdida de tiempo. Justificaba el tiempo perdido con la excusa de alguna experiencia en los modos de lidiar con demonios que antes daban miedo y ahora son aburridos. Preferible otros modos de estupidez o un otro círculo (externo, eso espero) del infierno.

ck

Vale la pena todo pequeño saboteo cuando viene de entes (sería impreciso y poco cortés añadir una 'g') con quienes se aprendió a caminar. A veces, -desgraciadamente, muy infrecuentemente-, nos recuerdan que es posible volar.

Excusa

Te siento y

¡hace tanto que quiero esto!


Tengo miedo cuando te invito a mi mundo.


No quisiera que tropieces

con lo que a veces tropiezo en mí siempre

y te vayas

Breve tratado de demonología

Nuestros demonios hablan nuestra lengua, y cuanto más personales sean, mayor será su exclusividad de respiración en nuestro ámbito.

Legiones enteras pueden caber en un sólo puerco: pero existen demonios exclusivamente personales; y por esto, incomprensibles para otros e incomunicables...

Es nuestra atmósfera la que respiran, espantando -sin quererlo nosotros- a personas queridas; y a veces pasa que nos encierran en nosotros mismos, sumiéndonos en desolación.

En la ausencia de dios (ese típico espejismo de los desiertos), nos queda el consuelo mil veces vilipendiado del amor humano: únicamente efectivo cuando, por nuestros tratos con demonios, no nos hemos convertido en fantasmas.

Única moral válida en un mundo perfecto

1. Conocerse a sí mismo.
2. Destruirse únicamente a sí mismo.

Dead Rapunzel

Peligrosa serpiente de cabellos largos, por la calle...

Me seguía a la compuerta del sueño.


El color de la parte última de sus mechones: ¡como los míos!

y de resto color azabache que nacía.


Mantis peligrosa fiada de no sé qué veneno...

¿Me conocerá bastante?, pues me odia.


Y temo no ser inmune

3 veces peligrosa, pues (de otro) no se ha enamorado.

A ella (Dead Rapunzel)

Crecí, y de manera inevitable vomité esto que soy hoy.


Lo que tú juzgabas "vanidad" era mi única manera de defenderte

y evitar vomitar al verte

abusada...



Ahora sé que no te necesito...

existen estimulantes más fuertes.

Gozad

¡Gozad, disfrutad!

¡No os preocupéis por ese pobre animal ensimismado en la melancolía!

Incapaz de participar de vuestra felicidad

nada tiene que deciros y su tristeza no refuta

ni compensa vuestras fiestas.



¡No reparéis en él!

De vosotros quiere aprender...

Os observa con anhelo secreto de gozo y genuina curiosidad.


Y si acaso vuestras miradas se posan en este animal insensible y raro

No olvidéis que vivo todavía está.

Tregua

Descartar cualquier idea peligrosa como interpretación o perspectiva momentánea, y verla desfilar -desde el principio hasta el final-, y luego respirar.

Tedio

Toda condena religiosa del mundo lleva implícita una censura al Creador.

Huyo

No huyo del pasado a la manera

de los que esperan...


Huyo hacia el ahora, hacia el gesto

hacia este momento

y a veces, también quiero huir del tiempo.


Del mañana no sé qué esperar

únicamente que no vaya a ser demasiado tarde

y mirar hacia atrás luego.

Consciencia

Cuando falla o está ausente la congruencia en nuestros actos y pensamientos, comenzamos a depender patológicamente de los juicios de terceros. Insoportable vaivén de ansiadas benevolencias que no pueden saborearse completas sin recelo. Insoportable y patético circo de orgullos heridos y heridas sensibilidades.


Falla nuestra congruencia y la fe en nosotros mismos, e insensatos esperamos esta fe de terceros.

Tolerancia

La Verdad seduce a cada cual como quiere.

Convicción

Desestimamos las filosofías y creencias ajenas con estrechas escalas de valores (verdadero y falso) que únicamente enmascaran la intuición de sus posible fines utilitarios, en esta o en otra vida...

Y así, de la misma manera en que -sin mucha convicción- nos aferramos a una moral o credo, desestimamos las del prójimo... esperando con esto compensar la propia insuficiencia de fe verdadera.

Pero también subestimamos el efecto que pueden tener en el individuo que por completo las asimila, trasciende y supera.

Recuerdos del mundo

Imposible el monoteísmo en la multiplicidad de las formas, nos queda sostener un aspecto, otorgarle divinidad, y multiplicar hasta la locura una imagen por la que muchos seguramente morirán, o harán a otros morir, etc, etc, etc.

El cristianismo (como ejemplo de monoteísmo forzado) deviene en un culto de jerarquías e intermediarios en el que inevitablemente se satisfacen las necesidades de culto a los restantes dioses o aspectos (y asimismo sus imágenes): como por ejemplo las de una Diosa (la Vírgen de los católicos).

El verdadero monoteísmo sería entonces la conciencia de lo Uno Universal y el respeto a Su manía por el múltiple disfraz que enriquece de colores, olores y sabores el mundo, y así entonces el único monoteísmo posible sería el panteísmo por consecuencia lógica y no por ironía divina.

Esto explica la riqueza, variedad y comprensión hacia las demás culturas de una religión como la hinduísta... ellos previeron la mutación de sus propios dioses a través de las eras e intuyeron los aspectos de Dios que más necesitaban de adoración y comprensión.

De esto se encargan los pueblos del mundo

Continuará...

Cadaver exquisito

Dios debe tener el placer raro de verme derramar lágrimas sobre mi propio cadáver.

jueves, 17 de enero de 2008

Anomia

La poesía anónima no está viciada de pretensiones
ni nos contamina con expectativas.

Es la metáfora más sublime de una hoja que cae
y cuya única vanidad consiste en unos pocos últimos segundos de bellas piruetas aeróbicas.

Claro está, en manos del viento...

Ella me dijo

"Imaginaré que soy una rosa
y naceré muchas veces"

¿Me quiere, no me quiere?
¿Me quiere, no me quiere?

Repito

Perseguirse la cola es la metáfora más cercana de la genuina búsqueda.

Los demás nos alimentamos con nuestras pieles muertas.


Llenamos nuestro vacío con porquería
tragando saliva.

Endulzando la trinchera cada vez...

Y no hay amor
no hay guerra

y mañana será otro día.

Sobre la incógnita de nuestro origen

Nuestra inexplicada evolución nos ha permitido, al menos, hasta ahora, formular estas preguntas en forma de oración...



¿Será el silencio una respuesta?



¿O será que todavía no tenemos oídos?

La locura comunista del inconsciente colectivo

"Nuestra" alma, en función de su carácter divino, representa el puro potencial: el argumento energético para los caprichos de Dios en su eterno juego con las formas.

En locura deviene todo intento de resistirse al proceso. El verdadero gozo parece estar en ser partícipes del capricho divino.

El vampiro dador

El vampiro dador habitaba en su último cuerpo cuya piel estaba quemada por el sol. Es sabido que un vampiro nunca se muestra tal cual, pero no todos saben que un pestañeo que nos roben de recuerdo nos lleva consigo esencia vital.

El vampiro dador para todos tenía un gesto y estos, alimentaban vuestra imaginación y por todo esto, todos lo buscaban sin saber que en sus inconsciencias faltaba la pintura de un gesto de debilidad que de una vez por todas delatara la humanidad que el vampiro carismático dador sencillamente no podía mostrar.

¿Quién era entonces el vampiro dador?

¿Vino acaso a robarnos un secreto... o, acaso vino -si acaso desventurado se irá- a aprender sobre la humanidad?

¿O era Prometeo quien ha venido a quitaros el fuego que ilumina vuestras noches por las que conocéis el final de todos los cuentos y no contentos venís a por más?

El vampiro dador paciente aguarda a que usted, paciente lector, aventure venturoso final.

El show de la Existencia

El universo parece no hartarse nunca de nuestras estúpidas muecas.

¡Qué responsabilidad es este cúmulo energético nuestro que llamamos alma!

Maldito show eterno donde la bondad no puede darse nunca por descontado.

La virtud ha de ejercitarse, no es nada fácil.

Y la vida, esta maldita vida, parece más ruín y mezquina al darse uno cuenta de que se viene a aprender lecciones.

A mi hermano del alma (II)

Angelito que escupes fuego:

no creas como íntima esa voz

que intrusa te habla frente al espejo.



Fue Satán, quien buscando concubino

me regaló esa lluvia de estrellas

concupiscentes y esquizofrénicas

que se apagaron esa noche dichosa

en que ambos, en secreto celebramos

en silencio.



Pero Aquél, de quien no se conocen amores

sigue encadenado aún al recuerdo de su destierro.


Nos encadena en su odio a un dios ya muerto

y marchita nuestro espíritu, que siempre joven, desea volar...

A mi hermano del alma

Saberte cómplice del disgusto satánico...



Cualquier Dante recorre el Hades con guía

pero te ví surgir de aberraciones perceptuales

a voluntad... y el cuadro no era un espejo.

Y de nuevo te sumergías...



Me nacieron alas y desde aquí te veo

ambos sabemos de Beatriz un holograma

pero debo decirte, hermano del alma..

que yo maté a Dios primero.

Los dioses deben estar locos

Todo es culpa del reloj biológico que nos despierta de un buen sueño...
¿Todo este show es para salvar la especie?

Tic-tac, tic-tac

los relojes pierden su tiempo.

Propiedad privada

Yo poseo
tú posees
él posee

El baño era público...
(nosotros poseemos)

Se acabó el papel

y el rollo vino luego.

Identidad líquida (¿gaseosa?)

Cuando nos relacionamos con alguien
perdemos parte de nuestra identidad.

Una parte pasa a formar parte
de la otra persona
y viceversa

somos como bebidas.

Hubieras sido ladrona...

Fuíste cruel, no conmigo...

Intrusos anhelos de ti hacían de mí un niño

inocente otra vez e incapaz de robarte miel.


Pero fuíste cruel.

Le cortaste las alas a un hada

que aunque teniendo tu cara

no te daba el derecho...


Pues ahora, yo arrecho

iré de flor en flor.

El ocaso de los espejismos

Reina y rey.

Caminos errantes al corazón: la corona.

2 copas

Espíritus que se añejan en corazas que danzan erráticas con sus sombras

persiguiendo espejismos...

Reina y rey mendigan su calma en las aguas turbias de su sed

la sobria soledad de sus lágrimas evapora sus almas que catan la sal

sedientos desean volverse polvo estelar.

El complejo Shelltox

En esta vida, uno no puede tener cucarachitas en la cabeza porque siempre viene alguien que ¡puaf!

y están por todos lados.

Confesión

Me escapé del cuento del lobito

con mi disfraz de corderito

para soplar casas de paja

y fumarme el humo luego.



Mía es la madera que crece

y míos todos los juegos

donde lejos, lejos, y más lejos.....

arrojo mis legos de porcelana.

Cómo tratar con el Diablo

No hay que temerle...
hay que bailar con Él.

El baile no lo exorciza:
hace que ambos ejerciten las piernas.

Terminada la danza,
¡pregúntale cómo te llamas!

Abra Cadabra (a Dead Rapunzel)

Sí.

Echémosle la culpa a los arquetipos.

¡que se la coman y se hagan hombres!

pues los mutantes no soportamos ya

las culpas de emperadores pretéritos...



¡Juro por Dios que no sabía que tenía cómplice!

mutante, venida de los mares...



Anfibios fueron los primeros colonizadores.

Todos jugaron con fuego y perecieron

mientras yo, entretenido con el viento

chismoso

que delataba mis holocaustos

de pasión humana codiciada.



Seguiremos a la buena de las ramas evolutivas

par de masoquistas ingenuos

con todas las semillas

de las flores con espinas



Moriremos pues

hasta que no duela la caída...


La dureza del corazón

es capricho de las estaciones

que endurecen cada vez

la corteza de la semilla

de un amor intacto.

Penosas condiciones

No hay nada más penoso -a la hora de escapar del lúgubre calabozo del miedo- que hacerlo con la fianza del argumento.

Es libertad condicional...

Las palabras -hábiles o bonitas, tímidas o embusteras, temerosas o lastimeras-, jamás comprarán ese divino momento en que, poseídos por un espíritu hercúleo, nos transmutamos en dementes verdugos de huestes demoníacas que ansían su liberación.

-o-

S. Lucas, 8:28-33:

Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no nos atormentes.

(Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.)

Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.

Y le rogaban que no los mandase ir al abismo.

Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.

Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.

Redención simbiótica

Escribo y escribo

y no doy en el clavo.


Un par de versos

a tiempo rimados...


hacen a unos libres

y a otros esclavos.


Nuestros besos de lengua

liman las espinas de la vida

y los barrotes de la celda.


Pero, no recuerdo la última vez

que nos bajamos de la cruz...


Escribo y escribo

y no doy en el clavo.


Ha pasado el tiempo...


Hemos muerto y no recuerdo

la última vez que nos dijimos:

ese par de versos

que a tiempo rimados

hacen a unos libres

y a otros esclavos.

Camino a Roma

"La tierra donde nací no es mi prometida"

-o-

A 4 dedos de frente, escrito encontré:

"De nada sirven los atajos sin mapa".

-o-

Cuando no sabes diferenciar entre espejismos y botellas

¡rómpelas!

aunque luego pases descalzo por el mismo camino, desprevenido...

-o-

El lenguaje de las brújulas es impreciso...

-o-

Camino a Roma, tú y yo nos encontramos...

las armaduras brillaron por su ausencia

en el goce trasero de las dagas...

-o-

Roma:

donde vienen todos a canjear letras de abecedarios...

por las uvas envinagradas de una zorra promiscua.

¡Corre!

Niño hombre.

Chica ilusa.


Toma esta monedita

y pide un deseo.


Que el pozo no sea más

cómplice de nuestro secreto


pues ya todos saben

que querer es poder.

Dicen por ahí...

El ángel del Amor, solitario

se empató con una sombra

llamada Temor de la Pérdida...



Dicen por ahí

que las sombras son fieles...


Dicen por ahí

que sólo se veían de día.

(En ese entonces no tenían luz eléctrica).

Dios

el de la voz muda.

El de los oídos sordos.

El que no toca mujer alguna

y que lo ve todo...


Me está esperando a la vuelta de la esquina

bebiéndose solo

copa tras copa de ira


y Satán

el ángel caído...

el de la voz masculina, y femenina

el que sube la líbido, y la bilirrubina

se quedó en pantaletas

y no se vino conmigo.


y yo estoy aquí, escribiendo.

Escupo al Cielo

Se supone que quienes no luchan por su pedazo de torta, no pueden quejarse...

Nos toca pues, agachar nuestras cabezas y pasear desnudas nuestras cicatrices y penas frente al gen dominante.

-o-

Yo me escapé de un cuadro renacentista donde estaba Dios y sus demás santos gozando un puyero con nuestros traseros botando humo.


Yo boté saliva.

¿Hete dónde? V

Mariposita, mariposita:

Acércate

y échame un cuento.


Para así tejerme

un par de alas.


Yo a cambio, para ti:

un campo de flores


para que sepas

si me quieres

o no me quieres



para que aprendas

a contar cuentos


para atraparte

en pleno vuelo


y luego,

desnuda

sacar al gusano a volar.

¿Hete dónde? I

Buscándola

me perdí


creyendo que con ella

me encontraría.


Vuela alma, ¡vuelve!

porque me perteneces...


Heme aquí

desnudo

sediento

y sin razón.

Tímido intento de exorcismo contra miradas de odio recogelata

Conozco bien esa mirada.

Pero te equivocas

si me crees

privilegiado...



Si conmigo pudieras

acabar con la humanidad entera,

con gusto dejaría

que en esta jaula fueras

el único pájaro.

¿Qué fue?

¿Qué fue linda

lo que ese

dejó en tu corazón?

Eso que dices

tan profundo...


Sólo veo un cofre de plomo

vacío

que no te deja volar...


Es profundo, sí:

eras tierra fértil...


Ahora sólo veo cáctus secos

(en vez de rosas rojas)

y una cascabel.

The beautiful people

Todos los bellos, todas las bellas

de cuerpo y/o de alma

deberán devolver lo robado

al sitio donde podamos verla desnuda.


Nos tocará ahora prostituir el adjetivo

y la Muerte no tendrá tal privilegio

por holgazana y acaparadora.

Vino

distinta

distante

había perdido el verbo

jamás nos hicimos carne

Lo que la muerte nos depare

Si conmigo estuvieras

y con un beso me dijeras

que sólo pienso estupideces...

para ti sería mi locura.


Pero te busco,

te encuentro

nos catamos con la mirada

y nos da miedo estar ebrios.


Conoces tu potencial

mucha arena que aún no cae.


Lentamente nos marchita

hasta el día

del encuentro.

Metedera de pata

Fango he pisado

fango taparon mis ojos

fango piso

persiguiendo un amor esquivo.


Resbalones dejan llagas.


Cicatrizadas estuvieran

si no hubiera abierto lo que ahora exponen.


Sucio estoy,

y contigo quiero limpiarme.

Quiero

Acabar.


Renacer

y hacerme el muerto,


Y cuando vengas a tomarme el pulso

darte vida,

mi vida.

Sniff, sniff

Estupidez tras otra que cometes llenando un vacío cada vez más grande.

Luego viene el gran momento... cuando te preguntas: ¿en qué me he convertido?

No sé si tenga derecho a decir, a gritar: ¡Yo no quería esto!
No estaba en los planes...

La vida es un sueño cuya impresionante lucidez nos carcome con nuestra conciencia del tiempo

perdido, deshecho...

Hay momentos de remordimiento supremo:
Nos volvemos capaces de canjear ilusorios e improbables sueños por una memoria en blanco...

Una vida

La etapa felina terminó; y con ella, la dulce ignorancia de que se dejan huellas al caminar.

Querer borrarlas no es más efectivo que la esperanza de que algún odioso quiera gastar clavos en nuestras pisadas; pues nuestro pie destructor sólo haría con el recuerdo lo que puede hacer la mano con la masa: amoldarla... sin quitarle jamás la sal que nos endurece en esos momentos inevitables en los que contemplamos el corcho de nuestros instantes.

Me cansé ya de los clavos repetidos y no sé ni adónde voy con esto que escribo.

Queda, al menos, el anhelo de tejerme alas y aprender a volar...

Soy

Soy el papel que se viste con tus indulgencias.

¿De qué te sirve jugar con palabras

cuando podías jugar con tus lenguas?


Jugarás conmigo el papel de víctima

mientras creas que conmigo te elevas.


¿De qué te sirve desnudarte en llantos

y mostrarme como torpemente versas?


Si acaso crees que no me burlo de ti, por ser papel

pues mira como lo hago contigo ahora...