sábado, 25 de octubre de 2008

"Conócete a ti mismo"

"Aceptarnos tal cual somos". La receta debe ser de verdad efectiva: la paz sería inevitable terminada la guerra con todo aquello que en nosotros consideramos un defecto o debilidad... ¿Capitulación? La Vida, creo, nos ha dado el derecho o la posibilidad de librar una lucha al menos con nosotros mismos, y de hacerlo a nuestra manera.

Es preferible una "tregua", el tiempo necesario para respirar y renovar fuerzas. Pero una tregua para romperse unilateralmente, pues en la guerra todo se vale. ¿Quién sabe? Quizás la cabeza de la hidra que nos toque cortar sea ahora la penúltima...

¿Quién quita que no sea también una manera válida de conocerse a sí mismos los que no prefieren los atajos?

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Nuestros verdaderos amigos nos aceptan tal cual somos, con el tiempo llegan a comprender nuestra "lucha" (el intento de resolverlo en nuestros términos) y su caracter al mismo tiempo vital y otras veces percibido como innecesario, con otra visión que reduce el campo de lo que en nosotros consideramos "defectuoso". Son indulgentes con la cicatrices que en nosotros advierten (al principio motivo de alarma que a veces se atreven a comunicar), aunque sin dejar de percibir y lamentar en nosotros un "cambio" (al cual tenemos derecho) y la sensación quizá de tener que volver a conocer a quien otrora era familiar y ahora no reconocen.

Hay quienes tememos esa impresión en quienes refuerzan el recuerdo de nuestra inocencia anterior: a veces el pasado es el único refugio.

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Existe otra clase de familiaridad: se da entre seres que libran batallas similares (en sí mismos, contra sí mismos, etc.) que también renueva. En otro tipo de experiencia del tiempo presente pueden percibir -sin juzgar- el pasado del otro, acaso "inútil" ahora como igualmente inútil es juzgarlo inútil pues fue vivido, y del futuro comparten la incertidumbre y la intención de atestiguar la cosa hasta el final (cualquier final) o algún desenlace decisivo, casi sin importar los resultados, y donde alcanzar la paz, sin dejar de ser una esperanza, es apenas una posibilidad.

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