El que el amorrr sea algo que deba aprenderse (como el comer y el caminar), y no un recuerdo de un supuesto origen del alma en un plano donde rigen la Verdad y Perfección. La cópula es innata, pero metida en los genes la hace cosa de este mundo.
El Ideal es una alucinación (terrenal también), espejismo cambiante según las circunstancias, distancias y caprichos del alma, etc., que quienes la experimentan sienten estar en otra parte, como con alas prestadas que con las manos no se pueden tocar. Y este mundo, el nuestro, pierde sus colores... Sólo una promesa nos hace indulgentes al rol pasivo del tiempo y de las cosas en él; y la posibilidad de prescindir casi por completo de cualquier rastro de inmunidad obtenida para las veces que se nos ha hecho odioso.
El Ideal es una alucinación (terrenal también), espejismo cambiante según las circunstancias, distancias y caprichos del alma, etc., que quienes la experimentan sienten estar en otra parte, como con alas prestadas que con las manos no se pueden tocar. Y este mundo, el nuestro, pierde sus colores... Sólo una promesa nos hace indulgentes al rol pasivo del tiempo y de las cosas en él; y la posibilidad de prescindir casi por completo de cualquier rastro de inmunidad obtenida para las veces que se nos ha hecho odioso.
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