lunes, 6 de octubre de 2008

Anti-Platón

El que el amorrr sea algo que deba aprenderse (como el comer y el caminar), y no un recuerdo de un supuesto origen del alma en un plano donde rigen la Verdad y Perfección. La cópula es innata, pero metida en los genes la hace cosa de este mundo.

El Ideal es una alucinación (terrenal también), espejismo cambiante según las circunstancias, distancias y caprichos del alma, etc., que quienes la experimentan sienten estar en otra parte, como con alas prestadas que con las manos no se pueden tocar. Y este mundo, el nuestro, pierde sus colores... Sólo una promesa nos hace indulgentes al rol pasivo del tiempo y de las cosas en él; y la posibilidad de prescindir casi por completo de cualquier rastro de inmunidad obtenida para las veces que se nos ha hecho odioso.

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