En el conjunto de ideologías creadas por el hombre para explicar la razón de su existencia en el mundo (y del mundo mismo con todos sus seres) es posible encontrar 2 tendencias:
Fiat Veritas, Pereat Vita (Viva la Verdad, perezca la Vida) y viceversa:
Fiat Vita, Pereat Veritas.
La primera se manifiesta en aquellas que conciben la experiencia en este mundo como meramente transitoria (o en el peor de los casos un castigo), subordinada a un fin último que sería el de llegar a una "Verdad": religiones de todo tipo y la mayor parte de la filosofía -o toda filosofía desde un sentido estricto etimológico: proviene del griego philos (amor) y sophia (verdad, sabiduría)-.
La segunda tendencia1, según Nietzsche visible en todo arte con alguna influencia "dionisíaca", se deriva también de ciertas observaciones de las ciencias naturales: al parecer la Vida desconoce otro fin que no sea ella misma... puede prescindir de nuestras observaciones.
Cuando en ambas se habla de "vida eterna" no pueden referirse a una misma cosa: la Vida -o el concepto de Vida tal como la conocemos- deja de serlo en la ausencia de elementos que forman parte de ella y la definen, como los ciclos y la muerte (final de un ciclo, posible antesala de un otro). Por esto, también cuando hablan de la muerte no se refieren a una misma cosa: la "vida eterna" de los primeros es la Nada para los segundos, lo verdaderamente contrario a la Vida.
Notas:
1. El lema, como reacción a otro de la antigüedad, también se lo debemos a Nietzsche.
Fiat Veritas, Pereat Vita (Viva la Verdad, perezca la Vida) y viceversa:
Fiat Vita, Pereat Veritas.
La primera se manifiesta en aquellas que conciben la experiencia en este mundo como meramente transitoria (o en el peor de los casos un castigo), subordinada a un fin último que sería el de llegar a una "Verdad": religiones de todo tipo y la mayor parte de la filosofía -o toda filosofía desde un sentido estricto etimológico: proviene del griego philos (amor) y sophia (verdad, sabiduría)-.
La segunda tendencia1, según Nietzsche visible en todo arte con alguna influencia "dionisíaca", se deriva también de ciertas observaciones de las ciencias naturales: al parecer la Vida desconoce otro fin que no sea ella misma... puede prescindir de nuestras observaciones.
Cuando en ambas se habla de "vida eterna" no pueden referirse a una misma cosa: la Vida -o el concepto de Vida tal como la conocemos- deja de serlo en la ausencia de elementos que forman parte de ella y la definen, como los ciclos y la muerte (final de un ciclo, posible antesala de un otro). Por esto, también cuando hablan de la muerte no se refieren a una misma cosa: la "vida eterna" de los primeros es la Nada para los segundos, lo verdaderamente contrario a la Vida.
Notas:
1. El lema, como reacción a otro de la antigüedad, también se lo debemos a Nietzsche.