A veces se pide de las palabras un exorcismo (como quien reza esperando respuesta), alguna afirmación quizás redundante, y no un relleno del vacío... Pero a veces no es suficiente y somos conscientes de nuevo del paso del tiempo: una pérdida del mismo cuando el alivio o conclusión que buscamos -el punto final- debería ser nuestro.
Hace 15 años
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